A nadie le gusta que le digan que no. No importa si es un niño pequeño, un adolescente, una madre o un anciano; a ninguno de nosotros realmente nos gusta cuando no obtenemos lo que queremos. Es especialmente difícil cuando Dios es el que nos dice que no. Muchas personas abandonan a Dios y se rebelan contra Él simplemente porque no consiguen lo que quieren de El.
Dios le dijo No a algunos de los hombres más grandes de la Biblia. David quería construirle un templo a Dios. Dios le dijo que no. Pablo le pidió a Dios tres veces que le quitara el aguijón en la carne. Dios le dijo que no. Incluso a Jesús se le dijo que no cuando oró. “Pase de mí esta copa”.
Necesitamos entender que incluso cuando Dios dice que no, se puede encontrar una bendición. Dios no permitió que David construyera el templo; en cambio, le construyó a David un reino duradero. Pablo aprendió una valiosa lección sobre la gracia de Dios, y todos somos ricamente bendecidos porque Jesús murió en la Cruz.
Efesios 3:20 dice que Dios es capaz de hacer que todo lo que pedimos sea mas abundante que lo que habiamos pedido o pensado. Puede que no siempre entendamos por qué, pero siempre podemos confiar en que incluso cuando Él dice No, es para lo mejor.
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